Entras en la extraña cueva y te detienes hasta que logras acostumbrarte a la tenue luz ambarina que ilumina su interior. Gradualmente empiezas a distinguir dos túneles. Uno de ellos, el de la derecha, forma una curva hacia abajo. El otro sube en pendiente hacia la izquierda. Se te ocurre que el que desciende puede conducir al pasado y el que sube al futuro.
Volver a decidirTrepas resueltamente por un risco rocoso, el fuerte viento levanta remolinos de nieve y choca violentamente contra tu cuerpo. El mundo parece haber cambiado para mal. Si no encuentras pronto una casa o una cabaña con gente que te ayude, no vivirás mucho. Meditando sobre tu destino, tropiezas y te caes, hundiéndote en una grieta. Pierdes el conocimiento y, al volver en sí, te encuentras en un lugar más cálido aunque todavía sigues tiritando. Por la pálida luz ambarina deduces que, de algún modo, has ido a parar de nuevo a la Cueva del Tiempo. Hay un pasaje a tu derecha y otro a la izquierda. ¿Será que uno conduce al futuro y otro al pasado?
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